Temer a Dios y seguirle, sinónimo de felicidad

23.04.2015 17:13

Cuando hablamos de temer, asociamos el significado de este verbo con palabras como miedo, terror, pánico o susto, pero a Dios no tenemos que tenerle miedo, tenemos que respetarle y darle su lugar; por eso la Biblia habla de temer su nombre, de reverenciar y glorificar su ser, como un único todo y absoluto dueño de la vida y el universo.

Dice su palabra que los que temen su nombre, es decir nosotros, tú y yo (aquí él nos habla a ti y a mí) estaremos seguros y a salvo bajo sus alas. Saldremos y saltaremos como becerros de la manada. Leer las últimas palabras de este versículo me hacen pensar en la felicidad y alegría que tendremos aseguradas si confiamos y estamos cerca de él.

Siendo conocedores de esta hermosa promesa, permanezcamos a su lado y dejémonos dirigir como lo que somos, ovejas de su prado, para que nuestros días sean días de paz y bienestar.

Sigue caminando junto a Dios, no te apartes como becerro desbocado y vayas tras lo que no edifica. Apártate del camino que te aleja de su gracia y sus bondades. Déjate querer y amar por tu padre, poderoso Rey de Victoria, que se complace en hacerte bien.

Si así haces, no habrá en tu vida días de luto ni sombra porque nacerá el sol para ti y tu luz será Jehová de los ejércitos. Di adiós a la oscuridad y ven a caminar al lugar donde estarás a salvo y seguro todos los días de tu vida. Él te sigue esperando. Amén.